¿Qué hacemos con los enemigos de nuestros niños?

Después del nacimiento de mi tercera hija he tomado más conciencia del mundo al que le ha tocado llegar. Me hago esta pregunta y seguro si usted es padre se hace la misma interrogante.

¿Nuestras sociedades tal y como están ahora son amigas o enemigas para nuestros hijos?

Hoy los niños pueden ver en sus pantallas a “Una Princesa Gay” y “Un Superman Gay”.  Mi abierta mente no lo entiende, solo sé que:

“Cuando las audiencias no aprenden las herramientas de juicio y se limitan a creer los que se les repite, las semillas de la manipulación se siembran.

Más los niños que no pueden ejercer un juicio por sí solos y que como inocentes criaturas creen todo lo que se les dice”.

Nunca he pensado tanto en eso, cuando llegaron mis anteriores hijas era muy joven y aunque fue maravilloso ser padre, fue a su vez un poco difícil,

pero hoy con mayor madurez comprendo que todos los niños que nacen en la actualidad, se enfrentan a una guerra que no solo se queda en lo mediático,

alguien pensará que estoy exagerando solo lo invito a que lea el informe del Colegio Americano de Pediatras titulado:

“La Ideología de Género perjudica a los niños” y otros estudios de alto nivel académico que demuestran que la infancia hoy tiene un enemigo que los quiere desvirtuar,

que se alejen de un sistema de creencias y moralidad que ha perdurado por miles de años.

Hay grupos que se han empeñado primero en hacer dinero y de paso eliminar a Dios de cualquier sociedad, ya se los voy a explicar mejor.

Respaldar la discordancia de género como algo normal a través de la educación pública y de las políticas legales confundirá a nuestros hijos y a unos cuantos padres también, llevando a muchos niños a acudir a «clínicas de género» donde les administren fármacos bloqueadores hormonales.

Esto, a su vez, virtualmente asegura que ellos «elegirán» recibir hormonas cruzadas cancerígenas o de un modo u otro tóxicas, y probablemente considerarán, cuando sean adultos jóvenes, la mutilación quirúrgica innecesaria de sus órganos sanos.

Condicionar a los niños a creer que es normal estar toda la vida sustituyendo química y quirúrgicamente su propio sexo por el opuesto constituye un abuso infantil.

Por eso es que tenemos hoy más que nunca como padres la gran responsabilidad de instruir a nuestros hijos en la senda que hará que sus vidas se conviertan en lo que Dios ha propuesto que fuese.

Debemos instruirlos de tal forma que los prepare para enfrentarse a esas ideologías perversas para que formen una barrera de moralidad a su alrededor que sea inquebrantable para cuando ya no estén en casa.

¿Qué podemos hacer los padres?

Como no soy el mejor ejemplo y tengo mucho por aprender he buscado información sobre qué podemos hacer en tiempos tan peligrosos.

  • Dedicar tiempo a nuestros hijos esa puede ser una gran inversión.
  • Escuchar atentamente a los niños.
  • Reconocer nuestros errores como padres.
  • Amar a nuestros hijos sin importar cuál sea su apariencia o cual sea su personalidad.
  • Disciplinar a nuestros hijos y motivarlos a desarrollar hábitos positivos.
  • Ser ejemplos para ellos de buena conducta y trabajo.

Además, y mucho más importante que las anteriores, que pasen tiempo a diario con la palabra de Dios, leyendo la biblia y orando porque ese será el compás para sus vidas. Volveré sobre este preocupante tema porque los enemigos de mis hijos, son también mis enemigos.

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